Total rechazo merecen los morbosos comentarios expresados por Abel González Chávez en su programa ‘Satélite’ que se transmite por Emisora Atlántico, en torno al episodio que involucra a dos jugadores del Junior de Barranquilla y en especial a la esposa de uno de ellos.

Pretender justificar la falta de respeto cometida contra la mujer del goleador paraguayo Roberto Ovelar, es, por demás, indignante. Nada justifica el hecho de que alguien intente coquetear a la mujer de su compañero, más aún si quien comete la falta dice profesar la Palabra de Dios.

Más reprochable resulta el hecho de que desde unos micrófonos, bajo una completa morbosidad, se pretenda señalar a la mujer como provocadora de la falta por el simple hecho de lucir su contextura física.

El irrespeto total hacia ella lo hizo Abel González Chávez describiendo el físico de la mujer, de manera despectiva, con un tonito de burla, pero, sobre todo, cargado de un inusitado morbo.

El hecho de que González Chávez emita su programa por Emisora Atlántico no significa que esté trabajando con nosotros ni mucho menos sea compañero nuestro.

No compartimos su actitud y por eso expresamos nuestro más enérgico rechazo a esas expresiones con las que busca justificar el irrespeto, convirtiéndose él, Abel González Chávez, en otro irrespestuoso.

Desconocemos las razones que tenga González Chávez para haber dicho lo que dijo pero, en todo caso, no tienen justificación alguna. Como tampoco el eco que le hace su compañero de mesa Pepe Sánchez, a las insidiosas y temerarias afirmaciones machistas del susodicho locutor.

Como siempre hemos manifestado: ¡A la mujer ni con un pétalo!